martes, 26 de septiembre de 2017

Félix y su rico chupa-chup - 2.ª parte



El encuentro con Félix continuaba por los cauces que a mí me gusta gozar cuando estoy con un buen macho, la intensidad del morbo iba subiendo por momentos; me tumbó hacia abajo mientras su mano acariciaba entre mis nalgas y se introducía entre ellas rozando mi ano una y otra vez, después decidió quitarme la braguita para actuar con mayor libertad, la cogió olfateándola y con el máximo desprecio se la pasó al cebón cornudo por el cuello para que la guardara a modo de collar y recordatorio de su infame condición de marido impotente, además de esa forma mientras el muy bobo hacía la grabación, podía sentir el aroma de mi coño caliente invadiendo su hocico.






Mi amante me pidió que me diera la vuelta porque quería masturbarme y comerme el chochito, me abrí de piernas para él sintiendo como su lengua penetraba en mi interior al mismo tiempo que su aliento quemaba alrededor de mi vulva y conseguía activar mis sentidos hasta un límite casi inaguantable de placer. 




Me corrí entre sus labios entre fuertes gemidos y convulsiones, pero al mismo tiempo le pedía que no parara de chupar y dar pequeños mordiscos sobre mi castigado conejito.




Mientras el hijo puta del cornudo, grababa toda la escena de su puesta de cuernos con la totalidad obediencia de un poco hombre sumiso y degradado a lo más bajo, su cara porcina y tristona delataba el sufrimiento que tenía que aguantar y vencer como buen animal obediente ante su dueña, podéis contemplar la cámara filmando y os aseguro que es una pena no poder colgar esas escenas de un momento tan morboso y sexual.




 
Después Félix me concedió un pequeño descanso al que dio fin sacando del bolsillo del pantalón ese chupa-chup que veis en las fotos, me pareció un elemento bastante imaginativo y que daba mucho pie para guarrear y divertirnos, comenzó pasándomelo por los labios del coño e introduciéndolo dentro para seguidamente sacarlo y meterlo unas veces en su boca y otras en la mía, a veces el muy cabrón, me pasaba la piruleta por los pezones para luego lamerlos devorándolos como el mejor de los manjares.




Llegó un momento que me apoderé del chupa-chup, siendo yo entonces quien comenzó a jugar con el cuerpo de mi amante, rebañando con el dulce caramelo el abundante líquido preseminal que salía de la cabeza de su polla, me encantaba meterla después en mi boca para sentir el dulzor mezclado con esa babilla tan rica que sale del miembro del macho caliente, pero toda excitada como yo me encontraba comencé a comer su pija directamente sin caramelo por el medio, cuando estoy muy excitada me gusta sentir el rabo gordo de un buen macho llenando mi boca mientras palpita contra mi paladar y lengua.






Deseosa de sexo más fuerte, me monté sobre su cara metiéndole el chocho contra sus labios y mientras me volvía loquita de deseo nos chupamos los dos con auténtica desesperación, mientras yo estaba encima y el movía su lengua dentro de mi yo jugueteaba pellizcándole los pezones y poniéndoselos muy duritos, notaba como le gustaba al muy cerdo lo que yo le estaba haciendo, tenía el miembro duro como una piedra y destilando sin parar una buena cantidad de líquido preseminal.




No pude resistir más y le pedí que me la clavara con fuerza, necesitaba ser bien jodida por un semental como era Félix, no se hizo de rogar tomándome así como estaba situada encima de él me cogió de las caderas y apuntando su mástil en mi raja lo clavó hasta que sus huevos hicieron tope en mi ingle, sus movimientos de cadera me hacían botar y en cada bajada clavarme más en aquella maravillosa pija, llevándome al éxtasis del placer; después de estar follándome así un buen rato me dijo que se iba a correr y quería que lo lamiera y pajeara, así que me dispuse a tomarla con mi mano y boca para sacarle la leche, me gustaba notar el sabor de mi coño en su pija y tragué todos los jugos que la envolvían, hasta que con un gemido sordo terminó derramando su rico semen.





Aunque el momento estaba cargado de sexualidad y vicio, no me olvidé del puerco cornudo y mojé el chupa-chup en la leche que expulsó mi macho para dárselo a tragar al marrano y rebajar más su condición de astado medio hombre, le hice llevar la piruleta un buen rato en la boca, sacándola y mojándola en los goterones de semen hasta que tragó prácticamente todos los restos de aquel primer orgasmo de mi amado Félix.




Dejamos caer nuestros cuerpos sudorosos sobre las sábanas y para recuperarnos de esa primera batalla sexual, nos tumbamos los dos amorosamente abrazados, mientras el ciervo recogía un poco la habitación y recargaba la batería de la cámara con la seguridad de que debía grabar la continuación de lo que sin duda aún no había terminado, por supuesto el muy cornudo siempre supeditado a mis órdenes o caprichos.

















miércoles, 20 de septiembre de 2017

Félix y su rico chupa-chup - 1.ª parte



Después de mi cita con Félix, lo primero que hice al marcharse, fue quitarme mi calentura usando la lengua del cornudo y corriéndome en su babosa boca, luego más tranquila, decidí que por mi parte me apetecía mucho tener un encuentro sexual con Félix, así que solo faltaba que él tomara la decisión de llamarme y me confirmara lo mismo por su parte.

 
Pasé el día siguiente algo inquieta esperando su llamada, pasó la mañana y casi toda la tarde, sin tener noticias y sumiéndome en dudas y nervios, menos mal que tenía al manso para relajarme insultándole o golpeándole con un cinturón que tenía más a mano, siempre recordándole su poca hombría e inutilidad como macho para satisfacer mis necesidades.



Serían las 7 pasadas cuando sonó el teléfono, descolgué y comprobé con satisfacción que se trataba de Félix, le noté la voz agitada y ronca, así que le pregunté
- ¿Te ocurre algo, te noto raro?
- No me ocurre nada, solo que tengo la polla dura en la mano, no se me ha bajado desde que nos despedimos, estoy como un semental con ganas de joderte.
- Pues a mi me pasa parecido, me quedé caliente y me apetece que volvamos a estar juntos otra vez.



Escuché jadeos al otro lado y a continuación continúo su voz,
- Me estoy haciendo una paja recordando la suavidad de tus tetas y la dureza de tus pezones bufffff.
- En cuanto tu quieras las volverás a tener a tu disposición para lamerlas y tocarlas todo lo que te apetezca cariño, tengo al cornudo aquí al lado y está con carita compungida al escucharme lo que te estoy diciendo, que se joda el muy inútil, peor lo pasara cuando nos vea en directo.
- Por eso te llamaba Dana, para saber cuando te apetece volvernos a encontrar.
- Hoy ya no puede ser porque tengo hechos mis planes y además quiero que tengamos una sesión larga y sin prisas. ¿Te apetece mañana sobre las 6 de la tarde?
- Genial, guapa a las 6 en punto estaré allí, prepárate que voy a tope, voy a dejar de tocarme la pija porque quiero guardar toda la lechada para ti.
- Si por favor resérvate hasta mañana, te quiero con los huevos a reventar cabronazo, mañana nos vemos mi amor.



Se despidió y colgamos el teléfono ambos, levanté la cabeza y miré hacia donde estaba el cabestro, me lo encontré con los ojitos vidriosos y con su regordeta cara tristona y patética
- ¿Qué te pasa puerco? ¿Sabes con quien he quedado verdad?
- Si Ama, con el señor que estuvo ayer
- Eso es cabrón, aún te da tu corta inteligencia, pues ya sabes que te toca mañana, fotografiar, grabar y servirnos como la puta chacha que estás hecho, mamón de mierda.
Si mi Ama -contestó lloriqueando-
No os puedo negar que me produce sensación de asco ver a un ser tan arrastrado e inútil.
Pasé el día siguiente nerviosa y al mismo tiempo excitada hasta que se hicieron las 6 de la tarde, os confieso que me encontraba como una novia primeriza cuando va a ver a su amado.
Para la ocasión me puse el vestido de las fotografías que pensé le resultaría excitante, además de los zapatos de tacón, comprobando después que estos calentaban mucho a Félix ya que posteriormente se mostró como un gran fetichista de los tacones.
Llegó muy puntual y en cuanto me vio se abalanzó sobre mi besándome y pasando del cornudo como si no estuviera presente, la cara del pobre animal era un poema, pasamos al interior y nos sentamos primero en el sofá acariciándonos y disfrutando de nuestra presencia y nuestros labios, llegó un momento que me dirigí al imbécil, que estaba de rodillas observando la escena.
- Sube al dormitorio cerdo, prepara la cama y por supuesto también la cámara de vídeo, luego encima de la mesilla te he dejado una cosa que quiero que te pongas, es muy apropiada para algo como tu, ya verás que te gustará, ja,ja,ja.
El borrego obedeció mi orden y nosotros continuamos con nuestros tocamientos un buen rato hasta que le dije a mi amante de continuar en el dormitorio, ya que estaríamos mucho más cómodos y a nuestras anchas.
Nada más subir las escaleritas nos encontramos de frente al cornudo con la cabeza baja y tal como podéis admirar.


Félix se desternillaba de la risa, mientras el cabrón se mostraba avergonzado y cabizbajo, en ese momento le pedí la cámara de fotos para inmortalizarlo y dejar constancia de lo cerdo y poca picha que está hecho.
Luego le dije que se quitara la careta de puerco y comenzara a hacer su función gráfica, el todo compungido pero obedeciendo, comenzó con su labor que es la que podéis contemplar.
Félix y yo comenzamos a besarnos y desnudarnos para dar comienzo a nuestra particular batalla sexual, mientras el ciervo era humillado continuamente, para contribuir con su grasienta presencia a nuestra excitación y morbo.





Debido a que tengo muchísimo material fotográfico de ese encuentro lo voy a repartir en tres partes con el fin de que ninguno de los textos quede demasiado recargado de imágenes. 







El cabrón de mi maridín se portó muy obedientemente y además de la película, que no puedo colgar de momento por razones obvias de discreción, tiró como unas 300 fotografías, de las cuales iré publicando alrededor de 200 que espero y deseo os resulten morbosas o sugerentes.